Uno
de los fenómenos más peculiares del fanatismo futbolero
nacional y popular
Organización
Canalla Anti Leprosa
Organización
Canalla para América Latina
¿Qué es
la OCAL?
OCAL
nace en la década del 60 por inspiración de un grupo de canallas,
la mayoría de ellos profesionales y agentes
de Propaganda Médica,
que en charlas informales en los pasillos de los hospitales o
en los bares de los mismos descubren que a todos
ellos, además de la pasión centralista, los unía un
denominador común: EL ODIO A LA LEPRA, y que en casi
todos los casos era mayor ese odio que el amor a
Central.
Y téngase
en cuenta que ese odio o repulsa no estaba dado como reacción
a campañas exitosas de NOB: por el contrario, la década
del 60 es la más oscura en la historia de NOB. En 1960
se van al descenso, continúan en la 1ª B en 1964. Ese año
hay reestructuración de los campeonatos de AFA y suben
a 1ª por decreto, sin ganar el campeonato de
ascenso. Vuelven a salir últimos ese año 64 sin ganar un
solo partido en todo el año para sus simpatizantes. Pero se
salvan. Ese año se suspenden los descensos y pueden
permanecer en 1ª A. Es decir que el quinquenio 1960-64 les
resulta nefasto, para nuestro regocijo.
Y en la
segunda mitad de la década del 60 no logran clasificarse para
ningún campeonato nacional, culminando en 1969 cuando los
elimina Unión de Santa Fe en aquel memorable partido
en el que La Lepra pierde 4-3, después de ir
ganando 3-0 en el 2º tiempo.
Es decir
que entre los canallas hubo esa década más
motivos de regocijo que de broncas a La Lepra.
Sin embargo el Odio es ancestral. Es visceral. Si nos
remontamos a los orígenes de ambas instituciones, tal vez
podamos entender mejor el motivo de esa repulsa. Es que
somos dos cosas distintas.
Rosario
Central fue fundado hace 100 años por un grupo de
empleados ferroviarios. Su origen es popular, auténtico.
Fue creado desde abajo, en los talleres ferroviarios
del Cruce Alberdi.
En cambio,
ellos nacen en un colegio inglés, estilista [N.
de la R.: ¿no quedaría mejor elitista,
che?], cerrado. Los alumnos y ex alumnos de ese colegio
deciden crear un club al que le dan el nombre del rector inglés
de esa casa de estudios, y eligen como colores de su divisa el
rojo, por la bandera inglesa, y el negro por la
bandera alemana, que era la nacionalidad de
la esposa del rector Isaac Newell. (Datos del diario La
Capital del 5 de octubre de 1977).
Central
se llamaba, al ser fundado, Central Argentine Railway
Athletic Club, pero en 1903 decide nacionalizar
su nombre y se denomina desde entonces Club Atlético
Rosario Central. Pero como era un club formado por
empleados del ferrocarril, entonces de propiedad inglesa,
deciden en asamblea en octubre de 1925 liberarse de la
tutela de los derrocarriles e independizarse totalmente.
Central se libera y se nacionaliza. De allí su estirpe
nacional y popular.
En cambio ellos
siguieron fieles a su origen estilista y dependiente.
Pero el colegio que les dio origen ya no existe. Quedaron como
esos ricos venidos a menos. Ni terreno propio para su
cancha tienen. Están en un predio municipal, patrimonio
de todos los rosarinos. Pero, eso sí, conservan el nombre
de un inglés y los colores de las banderas
inglesa y alemana.
Son el medio
pelo de nuestra sociedad que definiera magistralmente Arturo
Jauretche. Por eso decimos: "Yo no sé si somos
más o somos menos, sólo sé que somos distintos".
De todo
esto se puede deducir la razón de ser la OCAL, que si
bien fue creada en la década del 60, existió siempre
en el corazón de todos los canallas.
Los
primeros tiempos de la OCAL fueron de un crecimiento
vertiginoso. Más de un centenar de amigos se arrimaron y
quisieron participar. Se redactaron los Estatutos, el decálogo,
la marcha oficial y fueron apareciendo varias creaciones del
cancionero de OCAL.
Eran
tiempos felices, precursores de los años de gloria que viviéramos
los canallas con los Títulos, las Estrellas y las Copas
Libertadores de los años 70.
Eran los
tiempos de Boerio, movilizando en elecciones más de 10
mil voluntades centralistas para cumplir con el mandato: CLUB
GRANDE en toda la acepción de su expresión.
La
Ciudad Deportiva y casi 50 mil socios patrimoniales,
que con los familiares incorporados podían llegar en poco
tiempo a cerca de 100 mil. Luego fue el boom de
aquel equipo de Ignominiello y los gorritos de lana
azul y amarillo inundando la ciudad.
En
aquellos tiempos nos reuníamos en el restaurante Copalo,
de Portaluppi, para celebrar la ausencia de NOB
de todos los Nacionales. Recuerdo aquel reclasificatorio de
1967 que los salvó del descenso.
El 4-3 de Unión
de Santa Fe provocó en los Ocalistas una euforia
desmedida. Ese 5 de julio de 1969 fue incorporado como una de
las fechas gratas de la OCAL, y el club
Unión de Santa Fe fue declarado GRAN BENEFACTOR DE
OCAL (uno de los títulos honoríficos que otorga la
institución).
Después
llega el 70, los lepras mejoran su performance
con aquel famoso cuadro de Silva, Montes, Zanabria, Marcos,
Oberti y Becerra. Equipo totalmente importado, ninguno de los
jugadores era de Rosario. Pero no le sirvió. A fin de
año, Central llegó a la final con Boca y fue por
primera vez a la Copa Libertadores.
En 1971,
los lepras mejoran y llegan a las semifinales.
Les toca contra Central en cancha de River. 19 DE
DICIEMBRE DE 1971. Palomita y gol de Poy.
Central a la final y campeón frente a San Lorenzo. Poy
es proclamado PROCER (título máximo que otorga la OCAL)
y el 19 de diciembre de 1971 es celebrado desde
entonces todos los años como la fecha máxima para los
OCALISTAS.
En
1973 otra vez CENTRAL CAMPEON. En
1974 llega Mario Alberto Kempes, el mejor jugador
del fútbol argentino. Ese año dos veces subcampeones (no
contamos con Poy y Kempes en las finales del
Metropolitano por estar en el Mundial de Alemania), y a fin de
año el título de CAMPEON ARGENTINO 1974 que nos
clasifica por cuarta vez para la Copa Libertadores.
NOB
va como Subcampeón Argentino por primera vez a la Copa, y Central
lo elimina el 11 de abril de 1975 pasando a las semifinales.
Luego viene el GIGANTE DE ARROYITO,
construído el 80% exclusivamente por Rosario Central,
el Mundial 78, y en el GIGANTE, los goles de KEMPES.
A todo
esto, desde aquel gol de Poy, el 19 de diciembre de
1971, se produce un cambio histórico. Central
entra de lleno en la era de mayor esplendor. América admira
su fútbol en las sucesivas Copas Libertadores. Nosotros nos
enloquecemos con KEMPES (97 goles en menos de 30
meses), y el mundo se sorprende, vía satélite, con la
belleza del GIGANTE DE ARROYITO en el Mundial 78.
Se hace
necesario cambiar la filosofía de la OCAL, y el GRAN
LAMA dicta su inolvidable y sabia Carta Encíclica
ODIUM INUTILIS... donde aconseja a todos los OCAListas
no malgastar el odio en quienes no lo merecen. Dice en uno de
sus párrafos: (...) alguna vez dijimos que el odio es
tan importante como el amor... No lo menospreciemos, no lo
brindemos a quienes no se hacen acreedores de él (...)
Es que Central
está en las alturas, en el camino que le marca su destino
de grandeza. La OCAL cambia el significado de su
sigla. Ya no es Anti Lepra. Ahora es Organización
Canalla para América Latina.
Desde
aquel gol de Poy en 1971 ya no existe más el
mal llamado clásico rosarino. ¿Dónde se ha visto un
clásico entre un Club Grande y un club chico?
De ahora en adelante éste será a lo sumo un partido
lugareño.
El gol de Poy
de palomita, la adquisición de Mario Kempes,
y el Gigante de Arroyito son el símbolo de la
nueva era. Llega 1979 con la Sinfónica de Angel Zof
y una nueva estrella en 1980.
Luego la década
del 80 nos depara una noche amarga. El descenso en
1984. El orgullo se sintió herido y el fervor que se
desató fue tan grande que no sólo Central ganó el
ascenso por once puntos de ventaja, si no que al año
siguiente Central otra vez CAMPEON de 1ª A, y
esta vez ganándole por 1 punto a los lepras: calentitos
los Panchos. Y nuestro canto era:
Que
lo vengan a ver.
Que
lo vengan a ver.
Todos
los pelotudos que nos decían
son
de la B.
A todo
esto, la vieja tradición OCALista, antilepra,
reflotó traicionando los principios de la Encíclica
ODIUM INUTILIS, aquel 15 de junio de 1986 (Día
del Padre), cuando Boca les birló la Liguilla con los
4 goles en el Parque. Esta vez la figura de Scalise les
recordó cuál era su lugar.
Luego
vino la reciente historia de la lepra en la Copa
y aquella insólita final que lograron por enganche,
como en el chinchón, cuando ya habían sido
eliminados. NACIONAL de Montevideo volvió a poner las
cosas en su lugar, y aquellos canallas que
mostraron la hilacha pudieron respirar .
Digo canallas
que mostraron la hilacha porque no debieron
demostrar el temor y el terror que los abatía. Calavera
no chilla. Después de 30 años de joda con la
lepra, vienen a llorar porque ellos llegan a
una final por enganche. Esto merecio una severa admonición
de los dioses de la OCAL.
Y
otra grave admonición de los dioses de la OCAL
es hacia los actuales dirigentes de Rosario Central,
que pretenden dirigir el glorioso club como si fuera un club
de bochas. No están a la altura de la gloria que
ellos mismos ayudaron a cimentar.
Por la OCAL.
Por Central. Y por el CENTENARIO, les pedimos: CAMBIEN
PRONTO O DEJEN A OTROS QUE QUIERAN EL CENTRAL GRANDE QUE
MERECEMOS.
Dado en Rosario,
en Diciembre de 1989, Año del Centenario, por el
GRAN
LAMA
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