Mundial
Carlos Ferreira
Aquello fue mundial.
Hicimos pelota nuestros miedos,
le pusimos un caño a los horrores,
apartamos de taquito la miseria,
gritamos el horror como si fuera un gol,
eludimos la angustia,
gambeteamos el nudo
que nos poblaba el vientre.
Desde el fondo de los ríos,
desde alguna fosa tan común
que ya no importa,
los destrozados muertos
vinieron a llorar
la inexplicable fiesta.
Cuánto bailamos en aquellos días,
qué dulce fue el mareo del engaño,
cuántas ganas de ignorarlo todo,
de creer que había vuelto
el perfume de las buenas cosas.
Lo malo fue el final, indigno y torpe:
aquellos cadáveres volviendo
al lecho de los ríos,
a las comunes fosas
meneando las cabezas,
canturreando una canción de olvido.
Y nosotros allí,
con esos bombos,
con esas insensatas banderas sudorosas,
con el mundo al revés,
hechos pelota.
|