Mundial  

Carlos Ferreira 
 

Aquello fue mundial.  
Hicimos pelota nuestros miedos,  
le pusimos un caño a los horrores,  
apartamos de taquito la miseria,  
gritamos el horror como si fuera un gol,  
eludimos la angustia,  
gambeteamos el nudo  
que nos poblaba el vientre.  
Desde el fondo de los ríos,  
desde alguna fosa tan común  
que ya no importa,  
los destrozados muertos  
vinieron a llorar  
la inexplicable fiesta. 
Cuánto bailamos en aquellos días,  
qué dulce fue el mareo del engaño,  
cuántas ganas de ignorarlo todo,  
de creer que había vuelto  
el perfume de las buenas cosas.  
Lo malo fue el final, indigno y torpe:  
aquellos cadáveres volviendo  
al lecho de los ríos, 
a las comunes fosas  
meneando las cabezas,  
canturreando una canción de olvido.  
Y nosotros allí,  
con esos bombos,  
con esas insensatas banderas sudorosas,  
con el mundo al revés,  
hechos pelota.  
 
 

 
Si hace un click sobre la tapa del libro,
a la referencia bibliográfico completa
del volumen donde se sacó el poema
 
 
  Click en el punto para escuchar el poema recitado por Osvaldo Ardizzone  Lo mismo, pero lo dice Miguel Angel Solá
 
Al índice general   A la pantalla anterior